Para mis QQ.·. HH.·. Apr.·.

Creo que debo comenzar diciéndole que en lo personal me alegra la llegada a la Masonería de un  joven de mente abierta, seguramente, acostumbrado a la vida académica, y diestro en los nuevos adelantos tecnológicos de la sociedad de la información, por lo tanto, no es usted, un ciudadano que ingresa a la Masonería con los escasos conocimientos con que lo hicimos nosotros cuando no existían las medios de comunicación tan avanzados. Muy por el contrario, se trata de una personas que, antes de tocar nuestras puertas, pudo investigar en Internet, en compañía de sus allegados, quienes somos los Masones, quienes hemos sido, que hacemos, que dicen de nosotros nuestros simpatizantes y que afirman nuestros malquerientes.

Naturalmente, esto nos crea un reto, frente a usted, Q.·. H.·. de ruta, de estar permanentemente actualizándonos acerca de las nuevas corrientes de opinión y práctica de la Masonería en una época que se llama a si misma la de la información. La buena noticia, es que la experiencia ha demostrado que de estos diálogos intergeneracionales la Masonería siempre, emerge ratificando un rol muy afín con la construcción de un mundo más humano y más sensible al dolor ajeno.

Sentado este precedente, créame, Q.·. H.·., cuando le digo, que la promesa que le hace la Masonería consiste en brindarle la posibilidad de dialogar sin intermediarios con usted mismo, de confrontarse, y de elaborar en consecuencia un argumento propio para incorporarlo a su biografía personal. Es este el real carácter instrumental de los muchos textos y psicodramas que conocerá entre nosotros. Es el “atrévete a pensar”. La Masonería además le ofrece una catarsis. Es decir, en palabras del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, una “purificación de las pasiones del ánimo mediante las emociones  provocada por el arte”. En nuestro caso, por el “arte real” de la construcción de nosotros mismos y del de la construcción de la sociedad en que vivimos.
The traditions, origin and early history of Freemasonry (1882) (14745909946)
La Iniciación por la que acabas de pasar, no es más que “la transmisión de una influencia intelectual”. Y en esta, como en cualquier otra transmisión, para que sea funcional se requiere un emisor idóneo (la Masonería), un receptor idóneo (usted) y un medio idóneo (lo llamamos Rito). Es decir, que nuestros modos le imponen a usted mismo un gran peso en su construcción particular, y no es caprichoso el diseño puesto que solo usted conoce la exacta configuración del terreno en donde habrá de levantar su edificio.

La Orden Masónica cuenta, y ha contado siempre, con muchas formas y estilos de decirle a sus adeptos: “sé tú mismo”, “lo que tú haces te hace”, “supérate”, “valora el honor, el saber y la virtud”, “estudia”, “lucha contra la ignorancia y la ambición”, “no te dejes llevar por el brillo de los metales” cualquiera que sea nuestra forma personal de transmitirlo, usted no pierda de vista el mensaje central.

No espere, ni busque, ni practique entre nosotros, proselitismos ideológicos, políticos, metafísicos, o de cualquier otra índole, porque estas corrientes de pensamiento corresponden a otros espacios más específicos de adoctrinamiento.

Bienvenido Q.·. H.·.

Autor: Un M.·. M.·. de la Log.·. Estrella del Huila  Nº 31

Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *