MI EXPERIENCIA

Vivir la experiencia de la iniciación masónica fue un nuevo renacer, buscar más allá de lo que se me permite ha sido una de mis características desde que tengo recuerdos, es un camino de nuevas incógnitas a resolver desde el primer contacto con los Hermanos que realizaron mi entrevista hasta la ceremonia de iniciación.

Desde el instante que me comunicaron la fecha de la ceremonia no paraban de llegar a mi mente preguntas como, ¿Será que en realidad es lo que estoy buscando?. Siendo esta pregunta resuelta por mi mismo desde el mundo profano. Aun así no paraba de consultarme si estaba seguro de realizar el ingreso a esta nueva era de mi vida, de tomar este nuevo camino, llenando mis días de ansiedad porque llegara la fecha y hora de mi iniciación. Si eso sentía yo, mi esposa estaba igual o más ansiosa del ingreso a esta nueva familia. Desde cómo respirar hasta como sentarme, sentía el temor más hermoso que produce el encuentro con algo totalmente nuevo en nuestras vidas, siempre apoyándonos en total acuerdo de los que estaba por llegar.

Una vez que el Hermano llega a mi encuentro, agradezco su gesto de amabilidad al indicarme que lo que iba a vivir era una experiencia muy bonita, en donde yo mismo le indico a mi existencia que lo que vamos a vivir lo realizaremos a plena conciencia y que lo disfrutaremos al máximo.

En el momento de llegada a la Logia me vendan los ojos indicándome que no debo sentir temor alguno, puesto que me encuentro rodeado de hombres de buenas costumbres y empieza el proceso de espera, siempre estoy guiado por un Hermano al cual le entrego toda mi confianza y me dejo guiar solamente por sus instrucciones, abandonándome a estas.

En el siguiente momento ingreso a un lugar en donde me indican que puedo quitarme la venda, y que observe toda la habitación con detenimiento. Debo mencionar que mis Hermanos se han esforzado en darle la mejor de las ambientaciones porque mi cabeza explota al verla. Me enfrento a escribir las respuestas a preguntas que nunca me hubiese realizado.

Reflexionando en lo que había ocurrido, mis nuevos Hermanos me guían en un camino desconocido y ciego en total confianza pues ellos están siempre a mi lado, para superar todos los obstáculos que esta oscuridad me presenta. Llegar a una tocar, la que en mi mente sentía que era una gran puerta. Atravesando situaciones de mucho estrés y representando el mundo profano el cual estaba a pocos pasos de reconocer como una limitación a la deseaba renunciar.

Una vez recompuesta mi vestidura, el Hermano guía da fe de mi como persona apta para mi ingreso y el Venerable ordena que puedo ver la luz. Siento como si acabase de salir del vientre materno me encuentro en un lugar sorprendente, puesto que en mi mente había creado un lugar totalmente diferente gracias al excelente trabajo de ambientación de mis hermanos.

Luego de esto empieza una lluvia torrencial de información y yo aun no terminaba de digerir lo previamente vivido.

En fin, después de unos días aún me encuentro procesando toda esta información, felizmente aceptado como aprendiz masón, felizmente ahora con más preguntas que respuestas, felizmente siempre aprendiz.