TRES

Me encuentro tratando de abordar la plancha que mas trabajo me ha costado escribir hasta ahora. Después de recorrer un camino por mi interpretación de los números previos, desde su sentido antropocéntrico, tomando estos símbolos como si fueran una creación del hombre, que representarían una de las mayores manifestaciones de su inteligencia, hasta concebir que la existencia de estos símbolos, han estado siendo parte del todo desde siempre, como principios organizadores del caos, y que reducirían al hombre no a creador de los mismos, sino a observador de patrones manifestados en las formas que lo rodean, con la finalidad de dar una estructura a la realidad física o sustancial.

El hombre, como observador de lo creado por la naturaleza, comienza a entender que existen semejanzas entre estas formas o estructuras y los procesos que el mismo realiza. Como si todo lo posible estuviera enmarcado por un diseño ya definido, y, que, al estudiar la creación y sus formas, puede intentar copiar un patrón diseñado por una inteligencia superior, evidenciando así, su gran deseo por llegar a la perfección. Lo que se puede observar como una clara manifestación del simbolismo del Templo masónico el cual, para mí, es el gran deseo del hombre por replicar los patrones y formas que gobiernan el plano en el cual habitamos como materia y conciencia, para de algún modo generar un lugar donde se pueda conectar lo divino y la materia de la cual estamos creados.

Bundesautobahn 3 number

El tres, en un sentido alegórico, es la representación del equilibrio o la creación de la materia, ya que, al avanzar por los anteriores símbolos como el uno y el dos, geométricamente, generamos formas sin la capacidad del contener dentro de ellas algo distinto a su misma sustancia.

El uno se podría representar con un punto, el dos se representaría con una línea que unos 2 puntos, pero el tres, consta de 3 puntos, 3 líneas y 3 ángulos. A diferencia de las otras representaciones, el 3, genera una forma geométrica conocida como triangulo, la cual, es la primera que presenta la cualidad de poder contener dentro de ella una sustancia distinta de la que esta creada, ósea que esta vez, podemos apreciar algo por dentro de la figura y algo por fuera, pasando del concepto de los extremos que se genera en el 2, a una sustancia creada en el 3, representando a la materia que se puede comenzar a organizar de diferentes formas, con diferentes significados, a medida que vamos avanzando en el simbolismos de los otros números, hasta llegar a la perfección, pero, partiendo de que todo este proceso se puede dar gracias a la existencia de esta sustancia o espacio creado dentro del 3.

Este símbolo cobija los grandes misterios contenidos en muchas religiones que, como punto central, conciben la existencia de la tri-unidad, tratando de definir el concepto del DIOS creador y sus manifestaciones, unas, ubicando a éste dentro del hombre, otras, ubicándolo fuera del hombre y otras surgidas desde la misma fuente, que consideran que DIOS existe tanto dentro como fuera del hombre, volviendo así al concepto inicial de UNIDAD.

Si consideramos una estructura panteísta de la existencia, se tendría que integrar esta inteligencia organizadora y creadora, a todas las partes, internas y externas del hombre, partiendo de que, para el panteísmo, nada puede habitar fuera de DIOS, y entendiendo que el hombre es una parte del todo o de DIOS, y que la sustancia que da soporte a la existencia surge del 3, adherido al principio del que, como es arriba, es abajo, deberíamos considera que, son tres las partes iniciales como se representaría dios en el hombre, nombradas por algunas religiones como, el padre, el hijo y el espíritu santo, y que al trasladarlas al nivel de la existencia del hombre se pueden ver representadas así: el padre como la mente o conciencia colectiva, desde donde surge la creación; el hijo representado por  el cuerpo, el cual es un organismo que da soporte para poder someter la mente, a la experimentación de este plano material, y el espíritu santo, que, para mí, es el estado mas elevado de experimentación de la realidad, donde el hombre existe completamente libre de limitaciones mentales y recuerda que es una parte del todo.

Ahora bien, partiendo de que la masonería, como una de sus formas de expresión, utiliza la integración de los símbolos en la mente del hombre, con el fin, de que este pueda mantener su luz encendida durante el mayor tiempo posible, vemos como dentro del templo, el tres manifiesta el equilibrio de tantas formas como le es posible, 3 son los grados iniciales del masón, 3 son las luces que iluminan nuestra logia, dadas por el V.·. M.·., el P.·. V.·. y el S.·. V.·., los cuales deben mantener la armonía de este recinto, haciendo que la palabra. como fuente creadora, pase del uno al otro, de una forma ordenada y manteniendo un movimiento sincrónico, representando a la trinidad que habita dentro de cada uno de los hombres en este lugar.

Al trazar líneas, entre las esquinas contralaterales del taller, se genera un punto central, donde se ubica el piso ajedrezado que representa la dualidad, y el equilibrio entre los extremos, ya que, estos cuadrados blancos y negros, mantienen la misma proporción, recordando que el masón, se debe mantener estable ante la dicha y la adversidad, este piso representa 2 dimensiones de existencia, donde habita, la bueno y lo malo, desde donde, se eleva el punto más sagrado llamado Ara, que simboliza la elevación que se debe dar al proceso del pensamiento, el cual, para acercarse a lo divino, debe estar por encima del concepto dualista, el Ara se levanta de un plano conceptual de 2 dimensiones, pasando a un plano donde se materializa los conceptos, el cual esta creado por la sustancia que da soporte a las 3 dimensiones en las que habitamos, e intentando tocar de este modo a lo divino, que está representado por el techo de la logia, desde donde cuelga una plomada, indicando que el eje de la logia, es la razón, simbolizada por el Ara, la cual busca la perfección.

Por este motivo, el masón, integra a su firma los 3 puntos en forma de triangulo, representando, para sí mismo, su deber en ser el punto superior entre las dualidades, el observador que no toma partidos desde el dolor, la rabia o la prepotencia, y que busca dar equilibrio a todos los procesos en los cuales se esté involucrada su presencia, con el único fin de representar la divinidad en todas sus acciones y posiciones.

Son mis palabras.

Autor un Q.·. H.·. de nuestra Log.·.

Etiquetas:, , ,