Conocete a ti mismo
“Conócete a ti mismo” es una de las más famosas máximas de la antigüedad griega de todos los tiempos. Significa que la principal necesidad de una persona para acceder a la sabiduría filosófica es el autoconocimiento.
Se encontraba inscrito, según la autora Josefa Rosalía Luque en Orígenes de la civilización Adámica, Moisés el Vidente del Sinaí y Arpas Eternas, en el templo Mu, en la famosa esfinge, en la biblioteca de Alejandría y en el templo de Apolo, ubicado en la ciudad griega de Delfos, lugar de enorme valor mitológico: fue allí donde Apolo mató al monstruo Pitón, donde Zeus colocó el ónfalo, ombligo del mundo, y donde se encuentra el famoso oráculo de Delfos. También por testimonio de un célebre viajero griego Pausanias, sabemos que la frase estaba inscrita en el pronaos del templo de Apolo.
También Platón la refiere en sus diálogos. En Protágoras, por ejemplo, explica que los Siete Sabios (Cleóbulo de Lindos, Solón de Atenas, Quilón de Esparta, Bías de Priene, Tales de Mileto, Pítaco de Mitilene, Periandro de Corinto), como muestra de admiración hacia el saber lacedemonio, ofrecieron al dios Apolo las primicias de su sabiduría en las frases “conócete a ti mismo” y “nada en demasía”, sobre la importancia del autoconocimiento y de la moderación respectivamente.
“Conócete a ti mismo” es una frase que se refiere a la importancia del autoconocimiento para el ser humano. Debido a que se encontraba inscrita en la entrada del tempo del dios Apolo, en Delfos, es interpretada como el saludo que el dios dirigía a los visitantes de su templo, deseándoles sabiduría. En esta frase se encuentran encerradas o sugeridas algunas de las preguntas más antiguas del pensamiento filosófico: quién soy, de dónde vengo, adonde voy, preguntas por medio de las cuales trata de comprenderse y definirse cada quien.
Platón pone esta frase en boca de Sócrates en su diálogo con Alcibíades, un joven ignorante que aspira a la política. Con ella, trata de recordarle que, antes de ser gobernante y mandar sobre el pueblo, su primera tarea como hombre es gobernarse a sí mismo, y no lo conseguirá si antes no se conoce a sí mismo.
Conocerse a sí mismo supone el camino del perfeccionamiento, de hacerse mejor y adquirir conocimiento sobre la propia naturaleza y limitaciones, pues no podemos desarrollar nuestra naturaleza si no sabemos cuál es. De este modo, el autoconocimiento es un paso previo para la asunción de cualquier tarea o labor de importancia que conduzca a la gloria o a la sabiduría.
“Conócete a ti mismo”, entonces, es la obligación de cada individuo: comprenderse, aceptarse, estudiar la propia alma, que es el verdadero objeto de conocimiento de una persona, pues solo así el individuo podrá orientar su propia vida y sus acciones de acuerdo con sus propósitos e intereses.
Otra forma de leer esta frase es considerando el autoconocimiento como un paso fundamental para acceder al conocimiento, a la verdad de las cosas, para alcanzar en la sabiduría el nivel de lo divino, lo profético y lo oracular. La frase, entonces, previene al hombre en relación con el camino cierto de la sabiduría: primero deberás conocerte a ti mismo, para a continuación acceder a grados mayores, más complejos y oscuros, de conocimiento.
Otra interpretación posible de esta frase es la que se hace desde la psicología y la literatura de autoayuda, que entiende que es fundamental que, como personas, seamos capaces de comprendernos, de conocer nuestros sentimientos y entender las razones que nos mueven para no dejarnos arrastrar por otros deseos o pretensiones. En este sentido, es una frase fundamental en la inteligencia emocional.
Para ser sinceros es un camino arduo, muy largo…solo sabrá el Gran Arquitecto del Universo cuántas vidas llevamos en ésta panacea, la cual sin duda alguna, hace parte de la Gran Obra. Conócete a ti mismo Q.:H.: hagamos parte del plan, hagamos parte del cambio; primero desde nuestra familia, nuestro trabajo, nuestra logia y de ahí al mundo entero. Estamos llamados a ser lámparas vivas, llevemos Luz a donde quiera que vayamos y no llevemos la oscuridad que en algunas ocasiones quiere profanar nuestra esencia.
Son las palabras de un Q.·.H.·. de nuestro Valle.